
Si me conoces, sabes que, en mi incansable búsqueda del micrófono perfecto, he cruzado el límite de lo que se considera socialmente aceptable y ya no puedo más que recibir de buen grado las bromas que surgen en el grupo de Telegram de la Unión Podcastera y en Redes Sociales cada vez que me intereso por algún aparato nuevo.
El problema suele residir en que, cuanto más pruebas, especialmente dentro del espectro de los cacharros menos conocidos, más posibilidades de error tienes. Sin embargo, hoy quiero compartir la reseña de un micrófono que me ha sorprendido por cumplir con las “tres Bs”: bueno, bonito y barato, el AKG D5.
Que la empresa austriaca AKG es un referente en el mundo del audio profesional no es ningún secreto. En Europa, sus productos vienen siendo sinónimo de calidad desde poco después de su fundación, allá por el año 1947, y en América Latina desde los años 60. Si bien es cierto que, dentro del sector del podcasting, la marca es un punto de referencia por sus auriculares en particular, hoy vamos a ver que sus micrófonos no tienen nada que envidiarles a los más conocidos del mercado.
Dicen desde AKG que el D5 es un micrófono vocal de patrón polar dinámico supercardiode que está especialmente diseñado para recoger un sonido prístino de la voz humana y adaptarse a los diferentes colores de la misma. Tiene una respuesta de frecuencia de 70-20000Hz, una sensibilidad de 2.4mV/Pa, una impedancia de 600Ohms y se puede conectar a una mesa de mezclas o interfaz de audio mediante un cable XLR de 3 pines. Pesa 320gr, mide 18.5cm de largo y 5.1cm de diámetro y en el paquete se incluye, además del micrófono, el adaptador para el pie o soporte de mesa y una funda con el logo de AKG. El cable XLR no está incluido.
Lo cierto es que la sensación en la mano es muy buena gracias a una robusta construcción en metal y se nota resistente sin ser pesado, no en vano fue creado como micrófono de escenario.
El patrón polar supercardiode del D5 consigue que recoja principalmente el sonido que le llega de frente y hace un buen trabajo rechazando el ruido de fondo y todo aquello proveniente de la parte trasera del mismo y, especialmente, de los lados.
Actualmente el AKG D5 es mi micrófono de cabecera. Lo tengo dispuesto sobre este soporte de mesa, con este filtro antipop y conectado mediante este cable XLR a esta interfaz de audio. Para mí, que grabo sola (o en grupo mediante videollamada), es el combo perfecto; sencillo y portable pero poderoso. Si tú grabas, o planeas grabar en un futuro con más personas, solo tienes que hacerte con una interfaz o mesa de mezclas que tenga más entradas y multiplicar el número de micrófonos y cables XLR por el número de integrantes de tu podcast.
Es interesante que, al comprarlo, y puesto que venía de una mala experiencia con otro micrófono dinámico que grababa el sonido demasiado bajo, incluí en el pedido también este preamplificador. Sin embargo, he de decir que este micrófono no lo necesita en absoluto ya que el volumen de entrada de audio es muy bueno y no recoge prácticamente nada de ruido. Y si a esto le sumamos los excelentes preamps incorporados en la Scarlett… Hoy en día muy pocas veces utilizo el D5 con el preamplificador.
Algo con lo que sí luché al inicio de empezar a grabar con este micrófono fue con las respiraciones. Las mías, no las del micro. Y es que el D5 las recogía de manera bastante más evidente que mi micrófono anterior por lo que el tiempo de edición se alargaba, algo a lo que yo no estaba dispuesta. Esto lo he solucionado con el filtro antipop que mencionaba antes y posicionando el micrófono de manera que no quede directamente frente a mi boca mientras hablo sino ligeramente por debajo o al lado.
Y para ir cerrando esta reseña de uno de los micrófonos con un mejor equilibrio entre calidad y precio vamos a hablar precisamente de eso, del precio. El AKG D5 ronda los 60-70 euros en amazon.es, aunque en algunas tiendas físicas se puede encontrar por menos de 60€, y los 80-90 dólares en amazon.com. En mi opinión, un precio más que ajustado para la calidad de sonido y durabilidad de este pequeño.
¿Recomendado?: Totalmente. Desde mi experiencia, creo que este micrófono le puede funcionar muy bien a aquellos podcasters que estén preocupados por el ruido de fondo en sus estudios o lugares de grabación y, especialmente, a mis compañeras femeninas puesto que se adapta muy muy bien a nuestra voz, normalmente más aguda que la masculina. Sin embargo, he de decir que las voces masculinas a las que se lo he recomendado están también muy contentas con el resultado.
Nota: Ten en cuenta que hay dos modelos diferentes de este micrófono con nombre similar, uno es el AKG D5 a secas, que es el que ocupamos en esta reseña, y otro el D5s, cuya principal diferencia es que el D5s tiene interruptor de apagado y encendido.
Puedes escuchar al AKG D5 en acción en los siguientes episodios de podcast:
Voz femenina – Pista de Aterrizaje – Andrea Soaafi http://www.pistadeaterrizaje.com/evacuaciondeemergencia/
Voz masculina – Misterio en Red – Víctor – http://www.ivoox.com/31628278
Por último, te dejo un enlace de compra para que, si te ha gustado, puedas adquirir tu AKG D5 a través de este link de amazon.

Viajera y podcaster en Pista de aterrizaje